miércoles, 30 de octubre de 2013

La familia y la separación


El Festival de Series sirve, además de para ver las series en pantalla de cine, para visionar el Piloto de alguna de las series nuevas con las que no sabes muy bien qué hacer. En mi caso, empecé a descargar los capítulos de 'The Millers' sin prestarles mucha atención. Hasta que en el Festival vi el Piloto y decidí ponerme con ella. La CBS la estrenó en jueves a principios de este mes y, teniendo a 'The Big Bang Theory' como lead-in, no le pudo ir mejor. Fue lo segundo más visto de la noche en todas las networks (con algo más de 13 millones de espectadores) y aunque en demos fue la tercera con mejor datos (por detrás de 'TBBT' y 'Scandal', que estrenaba temporada), marcó un muy buen 3.3. La semana pasada marcó mínimo al quedar por debajo de los 11 millones, con un 2.8 en demos, pero de momento, con sus cuatro primeros capítulos emitidos, cuenta con una media de 11.5 millones de espectadores. Y la CBS ya le ha dado temporada completa.

Will Arnett (que vuelve a la televisión después de la cancelación de 'Up All Night' y la de última temporada de 'Arrested Development') es Nathan Miller, reportero de televisión (profesión de moda, ya que es la misma que ejerce Michael J. Fox en la fallida 'The Michael J. Fox Show') que acaba de divorciarse de su mujer (Eliza Coupe, recuperada para un capítulo después de que 'Happy Endings' fuese cancelada). Cuando les comunica la noticia a sus padres (Margo Martindale y Beau Bridges) su padre Tom coge las maletas y decide imitar a su hijo. Carol (Martindale) se queda a vivir junto a Nathan, mientras que Tom se muda junto a Debbie (Jayma Mays), su hija. Debbie está casada con Adam (Nelson Franklin) y son padres de Mikayla (Eve Moon), una niña obsesionada con ver 'The Muppets' cada vez que tiene oportunidad. Tenemos, además, al secundario de turno que no tiene ni pizca de gracia, pero que está en todas las comedias. En este caso es Ray (J.B. Smoove), el cámara de Nathan que desconfia de los helicópteros.

La curiosa obsesión de mamá Miller con el entierro familiar
Durante los primeros episodios esa es la dinámica: la nueva vida de los padres, recién separadas, viviendo con sus hijos. Tom es un desastre de hombre (y un tanto odioso) que es incapaz de freírse un huevo o de utilizar un mando de televisión. Carol, por su parte, es una controladora a la que le gusta que las cosas se hagan como ella dice y que termina volviendo loco a su hijo Nathan (dejando en el Piloto escenas muy divertidas relacionadas con pastillas que debe vomitar y con pedos silenciosos). Cuando la situación se vuelve insostenible, Debbie y Nathan hacen un intercambio y pasan a convivir con su otro progenitor. Y las cosas se vuelven incluso peores.

Arnett está en su salsa siendo el rey de la función. Martindale ha hecho mil cosas en su carrera televisiva, pero éste es su primer papel 100% comedia, y la verdad es que se desenvuelve tan bien como en el drama. Bridges me termina resultando cansino de lo patán que es su personaje. Mays intenta hacer gracia, pero funcionaba mucho más como la dulce e inocente Emma de 'Glee' que como la "voy a intentar tener gracia" Debbie Miller. Al igual que Franklin, que de momento se ha ceñido a ser el yerno. Sin más. Pero 'The Millers' en su conjunto funciona. No es la comedia de la temporada, de acuerdo, pero entretiene y hace gracia. Y eso es lo que deberían ofrecer todas las comedias. Veremos si evoluciona favorablemente.

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