jueves, 26 de septiembre de 2013

Madre e hija y las amigas de los cupcakes



Confieso que 'Mom' era una de las comedias a la que más ganas les tenía. Anna Faris y Allison Janney eran la razón. La CBS emitió este lunes su episodio Piloto y la sensación es de decepción. No es un primer capítulo terrorífico (ni mucho menos), pero sí que ha sido menos de lo que me esperaba. Habrá que darle un par de capítulos más para ver cómo avanza, porque yo confío en que irá ganando con las semanas. De momento se estrenó con algo menos de 8 millones de espectadores y un correcto 2.5 en demos.

En 'Mom' Anna Faris es Christy, joven madre de dos hijos (Sadie Calvano y Blake Garrett Rosenthal) que trabaja como camarera y que está liada con su jefe (Nathan Corddry). Christy además es alcohólica. O ex, que por algo lleva 118 días sin beber una gota de alcohol. La que también era alcohólica es su madre, Bonnie (Allison Janney), con la que lleva un tiempo sin dirigirse la palabra y a la que hace responsable de todos sus problemas. Problemas que han repercutido en su vida y han hecho que se convirtiese en la viva imagen de su madre. Además hemos conocido a Baxter (Matt Jones), el padre de Roscoe (Rosenthal), un inmaduro que se gana la vida vendiendo droga (algo así como lo que hacía su suegra, cocinera de metanfetamina). Todo muy 'Breaking Bad'.


El Piloto tiene su gracia. Teniendo a Faris y Janney como protagonistas no dudo que la serie irá ganando con el paso del tiempo y, aunque ya tiene personajes odiosos y cuyas tramas no me importan (la hija de Christy o los cocineros del restaurante en el que trabaja) imagino que irá progresando. Por cierto, en este primer capítulo hay un guiño a otra serie de la cadena con la aparición de Jon Cryer ('Two and a Half Man').


'2 Broke Girls' estrenó su tercera temporada también este lunes, justo antes de 'Mom' y lo hizo antes menos de 9 millones de espectadores (2.8 en demos). El dato es correcto, pero inferior al de su estreno el año pasado.

La comedia protagonizada por Max y Caroline se ha convertido en una de mis favoritas y tiene todos los puntos para que así siga siendo. La increíble química entre las dos actrices y las aportaciones de sus cuatro personajes secundarios hacen que tenga el equilibrio perfecto. Por fin la tienda de cupcakes ha abierto y, aunque van a tener un horario restringido y en busca de un público nocturno, borracho y hambriento, se les puede dar muy bien el negocio. Han (junto a Sophie, el mejor de los secundarios) se ha convertido en su benefactor al dejarles la parte trasera de su restaurante sin cobrarles el alquiler (aunque la disputa por el santuario de la estrella del rock fallecida lo haya puesto en duda).


La serie va a seguir el mismo camino trazado a lo largo de sus dos primeras temporadas, por lo que nos vamos a encontrar con lo que nos conquistó desde el primer momento. ¡Larga vida a Max y Caroline!

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