jueves, 6 de septiembre de 2012

Praise Lilith (y su coño moreno)


Que la HBO nos ha colado una temporada bastante regulera de "True Blood" no es ningún secreto. Aun así, debemos dar gracias a que Alan Ball nos ha ido regalando pequeños detalles de los que nos gustan (Diosa Pam como concepto). Como viene siendo habitual, la season finale se ha despedido con un cliffghanger made in Bon Temps de los que tanto nos gustan. Y apuesto lo que queráis a que en Mayo del año que viene habremos olvidado este quinto año y moriremos por volver a cantar aquello de "I wanna do bad things with you". De aquí en adelante review del 5x12, así que si no saber por qué Eric le dice a Sookie que corra, no sigas leyendo. De lo contrario, reta conmigo a la Autoridad.

A Russell Edgington le encanta venir a cenar y más, si en el menú hay hada. Pero no cualquiera hada, amigos míos: la hada más mamarracha de la historia. La Hada más antigua. La más loca de todas. Y la más imbécil. Nuestro adorado Russell se la cepilla en menos que canta un gallo, y cuando está dispuesto a arrasar con el resto de las hadas de ese cabaret/puterío/locura máxima/Burlesque, aparece Eric para detenerle definitivamente. Eric el Conquistador ha vuelto por la puerta grande para hacerse con el corazón de Sookie. El objetivo de Eric es que Sookie les acompañe a él y a Nora de vuelta al cuartel de la Autoridad para hacer entrar en razón a Eric. Pero Jason (el ser más adorablemente tonto del planeta) no está dispuesto a que su hermana vuelva a mezclarse con vampiros. Aunque no debemos fiarnos mucho de él porque, así porque sí, ha empezado a ver a sus difuntos padres, que no van a parar hasta que su hijo termine con todos los vampiros que hay sobre la faz de la Tierra. Por su parte, en VillaAutoridad, Bill ha arrasado con todos los chancilleres que acampaban por allí, a la espera de terminar con Rosalyn (Barb de "Cougar Town") y con Salomé, a la que le ha vendido el cuento chino que de (Praise)Lilith la ha elegido como su sucesora.


De vuelta a las tierras de Bon Temps, en el Merlotte's, mientras Arlene, Lafayette y Holly se ponen hasta arriba de margatiras, Andy aparece con Maurella para dar a conocer su buena nueva: va a ser padre. Aceptado el hecho de que se acostó con ella hace apenas 14 días, Maurella nos regala un "tengo el coño encendido" y se pone de parto (después de meterse entre pecho y espalda un bote de sal). Hasta cuatro niños salen de su chichi iluminado. Y ahí te quedas, Andy Bellefleur. Por los bosques del pueblo acampa la trama-coñazo de Alcide. Nos importa bien poco quién es el líder de tu manada. No pasaría nada por prescindir de tí en el futuro. Pero Joe Manganiello es mucho Joe Manganiello y sus fans se volverían loc@s. Todo para que al final salve a los lobos del tirando DJ y él pase a ser el líder. Siguiente. En VillaAutoridad están escondidos Sam y Luna buscando a Emma, la hija-loba de ésta. Y mientras Sam se convierte en mosca, Luna nos la cuelta a todos y se convierte en Newlin (desaparecido en combate). Sam se carga a Rosalyn y Luna expone en televisión el sarao que tienen montados los locos de los vampiros en VillaAutoridad. Veremos si Luna llega viva al año que viene.

Y así llegamos al loco tramo final. El TeamRecuperemos a Bill ya se ha colado en VillaAutoridad y después de dejar que Jason se cargue a todos los vampiros que pululan por allí, rescatan a Jessica y Pam. Y así es como se confirma lo que todos sospechamos: Tara y Pam son, oficialmente, la pareja del año. Y el breve reencuentro entre Pam y Eric ha sido amor. Bill consigue su propósito y mata a Salomé (que se queda sin bailar y sin pedir la cabeza de quien se le antoje). Sookie y Eric hacen acto de presencia, y después de un speech que si "tú no eres así, Bill" que si "eres el mejor vampiro que he conocido", éste le dice a Sookie que es una abominación y se bebe la sangre de (Praise)Lilith. Y muere. Sookie llora. Bill reaparece. Sookie y Eric flipan. Bill es (Praise)Lilith. Praisee Bill. Eric le grita "Run!" a Sookie. Y créditos. Y aunque a (Praise)Lilith le vimos en todo su esplendor, a (Praise)Bill no.

Praise Bill
Como he dicho, ha sido una temporada flojita, pero sin exagerar, que estamos hablando de "True Blood", y a las series como esta hay que venerarlas sobre todas las cosas. Y más, en verano. Momentos para el recuerdo: la pelea de lagartas entre Jessica y Newlin por Jason (con tirones de pelo incluídos), la relación entre Newlin y Russell la aparición de la Hada mamarracha, Newlin comprando a Jason, Oda Mae Lafayette el momento "mamarracha del año" de la madre de Lafayette, la preciosa despedida de Hoyt y todas y cada una de las apariciones de la diosa Pam. Con, o sin chándal de WallMart. Y mejor olvidarnos del verdadero truño del año: la trama de Terry y su particula humo negro. O de lo poco que nos duraron Christopher Meloni y Christopher Heyerdhal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Cómo ha cambiado la serie desde que la dejé de ver! Sin duda lo que vende a la serie es su locura. Es su marca. Su divertimento puro. Eso sí, el personaje de Pam fue grande desde la primera vez que apareció en Fangtasia ;)